De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento
Nativos digitales, los niños y jóvenes de hoy dominan el uso de celulares, ipads y demás dispositivos digitales con una destreza que los adultos, por mucho que practiquen no logran. Estos individuos requieren que las actividades en clase sean retos a su intelecto con apoyo de estas herramientas y así poner en juego y desarrollar habilidades y competencias para la era digital.
Algunos profesores, debido a su formación, tienen la capacitad para integrar actividades en el ciberespacio: foros, SMS, chat, blogs, wikis, y muchas más, son instrumentos con un potencial para el aprendizaje. Estas herramientas, fáciles de comprender, de utilizar, desde una cierta autonomía que les permite desarrollar y fortaleces habilidades coherentes con su entorno.
Sin embargo, sobre todo en el nivel de educación primaria no es así. Las actividades de aprendizaje en este nivel se encuentran lejanas a la influencia de las tecnologías digitales. Quizá la formación del docente, más cercana a la “Escuela Nueva”, no le permite comprender la manera en que pueda involucrar el uso de estas herramientas, desde una perspectiva pedagógica.
Las actividades se limitan en indicar al estudiante: “baja de internet X tema”, “busca matemáticas lúdicas y trabaja media hora”, “consulten el blog de matemáticas que les hice.” Siendo que copiar y pegar un tema, atinarle a la respuesta de las matemáticas lúdicas y/o entrar a un blog que prácticamente tiene el texto del libro, no generan un desarrollo cognitivo en el estudiante.
El uso de las TIC debe contribuir al desarrollo de habilidades intelectuales en ambientes mediados con tecnología de la información. Las actividades en clase deben desarrollar en los niños, el interés por la ciencia, por la investigación, cambiar la actitud de hacer tareas de manera mecánica por la curiosidad y compromiso que asumen al aprender a utilizar esos dispositivos digitales que utilizan en sus ratos de ocio.
Seymour Papert[1], quien es considerado el primer científico en interesarse por hacer llegar las computadoras a los niños, asegura que la mayor contribución de las nuevas tecnologías a la mejora del aprendizaje se centra en la creación de medios personalizados capaces de dar cabida a una amplia gama de procesos intelectuales, diferentes formas y estrategias para aprender. Cada individuo, cada contexto utiliza estrategias propias de aprendizaje.
La globalización ha modificado nuestra vida, nuestras actividades, y también ha modificado las formas de trabajo tradicionales, sustituyéndolas por profesiones enmarcadas en el ciberespacio, el teletrabajo, los contratos por proyectos, etc. Otro factor de cambio es la cantidad de información que alberga internet, accesible para cualquiera, pero en constante renovación; lo cual hace que el conocimiento que se adquirió hoy, mañana sea sustituido por otro.
Renovación de la información, renovación de los requerimientos laborales. Es probable que el trabajo que realizarán nuestros alumnos aún no se haya inventado, que las competencias que requiera, ni siquiera las conozca. Por esta razón es necesario desarrollar habilidades de análisis, de selección, de síntesis y de aplicación de la información al reto que se les presente.
Gardner (2004) considera que la capacidad de entretejer información procedente de distintas fuentes en un todo coherente es vital en el mundo de hoy. Hay diversas actividades de promover la capacidad de síntesis en los alumnos. Sintetizar exige combinar elementos originalmente separados o distintos en un todo. Un ejemplo es fusionar los métodos de aprendizaje con estrategias en las que se puedan involucrar las nuevas tecnologías desde la didáctica adecuada.
[1] Seymour Papert nació en Pretonia el 29 de febrero de 1928. Tenía un fuerte interés por los sistemas mecánicos y desde muy temprana edad había desarrollado un entendimiento claro sobre el funcionamiento de estos elementos mecánicos. Un día descubrió que muchos adultos no entendían o ni siquiera les importaba como funciona una caja de engranes; sin embargo él había desarrollado la habilidad para relacionar el funcionamiento de los engranes con otros temas, incluidas las ecuaciones algebraicas.
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